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¿Que nos dejó una clínica de
pesca con mosca?
autor: Gustavo Labanowski (participante)
CLÍNICA DE FLY-CAST DICTADA POR NICO
CAFARO EL 7 DE NOVIEMBRE DE 2009

Salí bien temprano de Buenos Aires, cuando comenzaba a clarear, encarando la
autopista del oeste con un destino preciso: Junín.
Había que llegar a las 9.30 hs. ya que el amigo Pepe Perrone me había
advertido que intentarían comenzar temprano. ¿Cuál era la convocatoria?
¿Habían aparecido las esquivas taruchas? ¿Se había producido ése milagro?
Lamentablemente no, debido a la serie de reveses que la zona viene
soportando en los últimos años: sequías, posteriores heladas y más sequía.
Habrá que seguir esperando un tiempo más…
Si bien lo que nos convocaba no era la pesca en sí, la razón del viaje era
por demás interesante, una clínica de lanzamiento en fly-cast dictada por
Nico Cafaro, al que conocía de nombre, pero iba a tener el gusto de conocer
personalmente. El lugar elegido, un complejo de cabañas llamado “Posada del
sol”, sobre el camino costero de la laguna de Gómez, otrora pesquero
inigualable de las flechas de plata.
Cuando llegué, cerca de las 9 hs., ya estaban Pepe, Nico y cuatro
participantes de la clínica armando las cañas. Mientras esperábamos al resto
que llegaba, Nico nos fue “testeando el cast”, solicitándole a cada uno que
hiciera un “levante y tendido” y algún tirito con doble haul incluido.
Interesante idea ya que le permitiría evaluar la técnica y los vicios de
cada uno.
Nos acomodamos, mate y facturas mediante, y Nico comenzó con una pequeña
charla introductoria. Debo decir que me impresionó la educación y la forma
de dirigirse a los “alumnos”, siempre con respeto y caballerosidad.
Nico implementa en su enseñanza el método T.E.A. (Técnica de Enseñanza
Avanzada), cuya mayor virtud quizás sea, la capacidad de construir en etapas
la construcción de un buen cast, apoyado en una exposición simple y clara de
la teoría que posibilita dicha construcción. Realmente la frase que repitió
en más de una ocasión: “el mejor tiro con el mínimo esfuerzo” es una
realidad que él se encarga de demostrar en la práctica.
Todos los presentes observábamos azorados, tratando de descubrir en donde
estaba el secreto de la mecánica de sus movimientos para que su enunciado se
convierta en realidad. La mañana fue transcurriendo, luego vino el asado
servido excelentemente por la gente del complejo (¡un espectáculo la comida
y el servicio!) condimentado por anécdotas de pesca y una charla amena entre
quienes nos estábamos conociendo.
Cerca de las 16 hs. retomamos, invitados a presenciar e intentar aprender la
técnica del spey para caña de una mano. Una serie de tiros ideales para
poder pescar con poco espacio detrás nuestro, y tomada de la técnica
convencional del spey-cast para cañas de dos manos. Con envidiable
sencillez, Nico nos fue enseñando los movimientos básicos para presentar la
línea antes de efectuar el lance, a preparar el tiro, sorprendiéndonos una
vez más en las distancias logradas a través del aprendizaje de la técnica
correcta.
Cuando ya el sol comenzaba a perderse en el horizonte, cerramos con un
aplauso la tan valiosa exposición y fuimos convocados a seguir charlando con
más mate y facturas en el restaurante del complejo.
Un párrafo aparte se merece Pepe, el cual demostró tener un verdadero y
genuino interés en promover este tipo de eventos con la camaradería como
único motivo, descartando todo interés monetario, ya que sorteó entre los
presentes ¡dos cañas! (gentileza de Gonzalo Galán), un copo artesanal de los
suyos y una serie de elementos de atado. Gracias Pepe por tu genuina
motivación.
Me despedí ya que me esperaban unos cuantos kilómetros por recorrer, con la
alegría de haber conocido amigos nuevos, que a ésa altura parecían de toda
la vida…
Gustavo Labanowski.
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